Canal Recetas : Bikini de jamón y queso con salsa de trufa, una receta gourmet, barata y rápida de hacer en casa

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Da igual cómo lo llames, bikini o sándwich mixto, este emparedado es de los más conocidos en España y fáciles de hacer en nuestras casas. En Catalunya, por ejemplo, es todo un emblema culinario. Es más, ahí se puede probar el favorito del chef José Andrés, que lo confesó en una ocasión en su 'newsletter', The Longer Tables. Además, se trata de una receta que se puede personalizar siguiendo los gustos de cada uno. En el caso de aquellos que adoren lo 'gourmet', esta idea es para ellos. 

Proponemos la elaboración de un bikini de jamón y queso con un toque de salsa de trufa, un ingrediente que potencia el sabor de cualquier plato. Los pasos a seguir son sencillos y la lista de la compra no es larga.  

Cómo hacer un bikini de jamón y queso con salsa de trufa

A la hora de tostar el sándwich, puedes usar una sandwichera o una sartén. Además, no pasa nada si agregas un poco de aceite de oliva o mantequilla a la superficie con la que vayas a tostar para que el pan quede más dorado y crujiente. Asimismo, recuerda el consejo de Dani García sobre la elección del queso apropiado, notarás la diferencia.  

Ingredientes

El precio aproximado de todos los ingredientes sería de 9,62 euros, que darían para cuatro raciones de 2,40 euros cada una. 

• 8 rebanadas de pan de molde - 1,59 euros / 1 pack de 450 g.
• ​8 lonchas de jamón cocido - 1,09 euros
• ​8 lonchas de queso emmental - 2,15 euros
• ​Salsa de trufa - 4,79 euros 
• Aceite de oliva (opcional)

Receta del bikini de jamón y queso con salsa de trufa

1. Hacemos los sándwiches rellenándolos de queso, jamón y una cucharada de salsa de trufa. 
2. ​Cerramos y ponemos a calentar los sándwiches en una sartén, ya sea en una sandwichera o en una sartén y un poco de aceite de oliva. 

Beneficios y propiedades del jamón cocido

El jamón cocido es un alimento que contiene minerales como el hierro y el zinc. El primero es esencial a la hora de prevenir problemas como la anemia, mientras que el segundo ayuda a fortalecer el sistema inmunitario. Además, es bajo en grasas y en calorías. 

No obstante, la Fundación Española de Nutrición (FEN) avisa de su alto contenido en sodio y que un consumo excesivo de este alimento no es recomendable para personas con hipertensas y que deban seguir dietas hiposódicas. "En estos casos se recomienda optar por las múltiples variedades de jamones cocidos bajos en sal que nos proporciona la industria alimentaria", señala la fundación.