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Cada vez es más habitual pasear por Barcelona y ver personas que malviven en rincones de la ciudad arropadas con cartones como mantas y algunas pocas pertenencias. Una sensación que los datos del Ayuntamiento corroboran, ya que fuentes del consistorio explican a 20minutos que en un año el número de sintecho en la capital catalana se ha incrementado un 27%: en 2024 se contabilizaron 1.245 personas y en octubre de 2025, 1.581. Los motivos por los que empeora esta situación son diversos, pero el difícil acceso a una vivienda y un trabajo estable son algunos de ellos. "La máquina de echar a gente a la calle no para", denuncian a este medio desde la Fundació Arrels.
Se refieren así a la problemática habitacional que hay actualmente en la ciudad y que los barceloneses sitúan como una de sus principales preocupaciones. De hecho, según un informe elaborado por el Consejo de la Unión Europea, los ciudadanos de Barcelona destinan el 74% de su sueldo a pagar el alquiler, es decir, tres cuartas partes. Además, la metrópoli se sitúa como la tercera más cara de España, con un precio de 4.719 euros el metro cuadrado, según datos de la 'Estadística Registral Inmobiliaria' del tercer trimestre del Colegio de Registradores.
"No hay suficientes políticas para prevenir esta situación", explica Bea Fernández, directora de la entidad Arrels que se dedica a atender a personas sin hogar en Barcelona. Critica también que "el sistema de vivienda y el sistema laboral siguen abocando a personas a encontrarse en situación de calle" y que es una problemática que cada vez es más transversal, porque ya no solo afecta al perfil más habitual del sinhogarismo -hombre de mediana edad-, sino que ahora y cada vez más, afecta también a jóvenes y mujeres. Una señal que también se aprecia en el incremento de usuarios en comedores sociales, que aumentó un 7,5% en la ciudad hasta mayo de este año, con cerca de 510.000 comidas servidas.
El Ayuntamiento de Barcelona, consciente de esta problemática, tiene 2.860 plazas residenciales disponibles actualmente en la capital catalana, una cifra que se aumenta en períodos críticos, como olas de calor o de frío. Además, también dispone de varios servicios que proporcionan una atención integral centrada en la persona, como el Servei d’Atenció Social al Sensellarisme a l’Espai Públic (SASSEP), el servicio de atención diurna para personas sintecho o el programa 'Primer la Llar', un servicio que se inserta en la red de atención a las personas sin hogar y en riesgo grave de exclusión social y que por sus diversas características, requieren un tratamiento específico que empieza con la asignación de una vivienda como punto de inicio de inclusión social.
Intervenciones del Ayuntamiento
Fernández considera que la cifra de más de 1.500 personas que da el Ayuntamiento, al igual que los datos que recoge la fundación en los recuentos que hace durante las noches, es "de mínimos" porque no se puede contabilizar a todo el mundo. Además, sospecha que ahora es más complicado debido a las intervenciones que desde julio se están realizando en el espacio público por parte del consistorio.
Tras ellas, asegura que muchas de las personas que dormían en puntos concretos, como en la Ciutadella, el parque de Joan Miró o la Estació del Nord, se han ido a otras zonas. Algunas de difícil acceso como Montjuïc o Collserola. Algo que puede perjudicarles, ya que los sintecho "buscan agruparse en lugares seguros y en los que puedan tener cierta ayuda vecinal". Las intervenciones, según Fernández, lo que hacen es desplazar el problema, pero no abordarlo. A su parecer, se tendría que priorizar la solución social por delante de la policial para abordar la problemática del sinhogarismo.
Frío intenso y agresiones sexuales
Vivir en la calle es siempre una situación precaria e incluso puede ser peligrosa peligrosa, pero más aún cuando llega el invierno y las temperaturas bajo cero, por ese motivo el Ayuntamiento cuenta con un plan específico para ello que se activa de forma preventiva desde diciembre hasta marzo.
Esto permite que las personas que duermen al raso puedan disponer de un espacio para poder hacer "estancias puntuales y recibir atención social y sanitaria". La puesta en marcha de este plan también implica la activación del Centre d'Acolliment Nocturn d'Emergències (CANE), un espacio que tiene 100 plazas (74 para hombres y 26 para mujeres).
Esta 'Operación Frío', además de la fase preventiva, tiene otras dos: alerta y emergencia. La primera se activa cuando el Servei Meteorològic de Catalunya (Meteocat) prevé temperaturas de cero grados de forma generalizada en toda la ciudad, mientras que la segunda cuando el Pla d'actuació d'Emergència Municipal por nieve y hielo se activa en fase de emergencia. Ambas situaciones conllevan un aumento de las plazas de pernoctación.
Otro de los peligros a los que tienen que hacer frente estas personas es a las agresiones, tanto físicas como verbales. De hecho, un informe del Hospital Clínic señaló la semana pasada que las agresiones sexuales a personas sin hogar en Barcelona suponen el 3,5% del total.
En concreto, el estudio detalló que 16 mujeres y siete hombres fueron víctimas de este tipo de violencia en los 10 primeros meses del año y que la mayoría fueron violados (93% de las mujeres y el 71% de los hombres). Además, se destacó que el número de hombres agredidos ha crecido notablemente en un año, ya que en 2024 solo se registró una agresión. Las personas sin hogar, especialmente las mujeres, son un grupo de alto riesgo.
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