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Un rincón sorprendente que parece sacado de un cuento de hadas

El Parque Mitológico Mina Pepita es uno de los puntos mejor valorados para un plan familiar en los alrededores de Santander. Una antigua explotación minera ya en desuso que ha sido poblada por una diversa vegetación formando el escenario perfecto para crear un lugar de cuento que recupera la parte más legendaria del acervo cultural de Cantabria.

Una antigua mina reconvertida en un espacio mágico
No nos hemos alejado ni veinte minutos por carretera desde el centro histórico de la ciudad de Santander y ya hemos llegado a la población de Solares, una localidad del municipio de Medio Cuyedo que ha expandido su nombre por toda la geografía nacional gracias a las bondades de sus aguas de manantial, tan apreciadas tanto para beber como para una experiencia termal, como demuestra la presencia de su complejo balneario.

Aquí, en pleno centro de Solares, en el barrio La Calleja, y muy próximo al curso fluvial del río Miera, está abierto al público en general un espacio cargado de simbolismo que pone en valor las casi dos hectáreas de extensión en las que se encontraba antiguamente la Mina de la Pepita, una explotación de hierro que entró en funcionamiento a finales del siglo XIX y mantuvo su actividad durante parte del XX.

Rehabilitada como espacio natural y mitológico en una intervención de 2015 y renovada en 2022, representa en la actualidad un excepcional parque público que combina las bondades de la naturaleza con un aspecto lúdico y educativo que se sumerge en las tradiciones ancestrales y las leyendas de la cultura cántabra.
Una senda mitológica que discurre por un espectacular parque
Aprovechando las formaciones heredadas de la explotación minera y la exuberancia de la vegetación que las ha poblado, el Parque Mitológico Mina Pepita está planteado como un espacio de esparcimiento en el que es posible seguir una senda mitológica que nos transporta a un universo de personajes emblemáticos y mágicos de la cultura de Cantabria que encanta tanto a adultos como a niños.

Diversos paneles explicativos dan buena cuenta de la historia de la explotación minera y sus instalaciones, mientras que los caminos se abren paso entre agujas que encajonan los senderos cubiertos de numerosas especies vegetales que van desde las arbóreas a los musgos pasando por una gran cantidad de helechos.
La particular orografía de la antigua mina nos brinda la oportunidad de adentrarnos por un lugar que reúne todos los ingredientes para sumirnos en un ambiente de misterio perfecto para descubrir los personajes que se ocultan entre el verdor del parque.

Los fresnos y laureles parecen abrazarnos mientras avanzamos entre los recovecos de la mina hasta que nos topamos con los seres mitológicos que son el alma de este Parque Mitológico Mina Pepita. El Ojáncano, el Trenti, las Anjanas, los Caballucos del Diablo, el Musgoso o el Cuegle nos sorprenderán mientras avanzamos y harán volar nuestra imaginación y, en especial, la de los más pequeños, al mismo tiempo que conocemos de primera mano estos personajes legendarios que forman parte del acervo tradicional cántabro desde hace decenas de generaciones.
Creados por el artista Fran Querol para este pequeño territorio de fábula, ponen de relieve – aún más si cabe – lo excepcional de la conjunción de las formaciones de la mina y la vegetación inundando el espacio.
Nos parece increíble que a tan poca distancia del bullicio de la vida de la ciudad de Santander y a un paso desde su bahía se encuentre este lugar que pareciera sacado de parajes lejanos y que, sin embargo, se ha convertido en una referencia turística del municipio de Medio Cudeyo.
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