
El pan es un producto que, en España, es un manjar, un tesoro y una asignatura pendiente para muchos que quieren sumergirse en el sector culinario. No todos los panes valen, y no todos los panes se hacen con la misma calidad. Uno que es perfecto debe tener una corteza crujiente, con un interior esponjoso y que no nos provoque incómodos problemas estomacales debido a los ingredientes que lleve.
Estas son algunas claves que comparten expertos en pan como Fabián León, exconcursante de MasterChef España 1 y fundador de Fuba, una nueva panadería de Madrid que abrió sus puertas hace poco y especializado en este producto que puede ser la base de recetas como la que enseñó Jordi Roca hace un tiempo en redes sociales.
Cómo averiguar si un pan tiene calidad
En un vídeo publicado en las redes sociales de su nuevo negocio, León explica qué debería de tener un pan de verdad: "Una corteza que cruja, con un levado largo que haga que tu cuerpo lo asimile mejor. Y dentro, una miga suave y esponjosa, que cuando lo partes, lo escuchas".
Señala que algunos panes de supermercados llevan una corteza y una miga iguales, además de una textura parecida a la de un chicle, es decir, blanda. Son dos pistas que podemos tener en cuenta a la hora de acudir a los establecimientos, porque nos harán saber que su calidad no es del todo buena. "Un pan, si no está duro, está chicloso. En el momento en que empiezas a manipularlo un poco, vemos que empieza a abrir y que tiene la misma textura por todo", apunta el cocinero y empresario.
Un truco que muestra a cámaras es el de pasar un cuchillo por la corteza. Si suena, estamos ante un pan de calidad, con un exterior que cruje. De lo contrario, no lo es. "El enemigo no es el pan. El enemigo es el pan industrial que estamos comiendo", sentencia Fabián León.
La mejor forma para guardar el pan
Es otra de las incógnitas que más rondan en la cabeza de los amantes de un buen pan: cómo guardarlo para que no se estropee y aprovecharlo al máximo posible. El panadero artesano Moncho López, de Levaduramadre Organic Bakery, explica en la página web del negocio que un buen método para conservarlo es el que hacían nuestras abuelas.
"Una vez que tenemos el pan en casa, lo mejor es colocarlo en una bolsa de tela, en una caja de madera o incluso en una bolsa de papel, de modo que el pan pueda respirar. Eso sí hay que mantenerlo fuera de la nevera y en un ambiente más o menos seco", recomienda el experto.
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