La gastronomía gallega es reconocida por su respeto a los productos del mar y su enfoque sencillo pero profundamente sabroso. Y es que la calidad del ingrediente es la base de todo, y las preparaciones suelen evitar complicaciones innecesarias para realzar el sabor natural de pescados y mariscos.
Mariscos como el pulpo, las navajas, las vieiras y, por supuesto, los calamares, son protagonistas habituales de las mesas gallegas. Acompañados de ingredientes como el aceite de oliva virgen extra, el ajo, el pimentón y las patatas dan forma a platos que terminan por convertirse en identidad regional.
En este contexto nace uno de los platos más emblemáticos de las ferias y celebraciones locales: los calamares a la gallega. Se trata de una receta que destaca por su simplicidad, su accesibilidad y su delicioso resultado, convirtiéndose en una tapa habitual tanto en eventos populares como en restaurantes tradicionales.
La esencia de esta preparación radica en una combinación de calamares frescos, bien cocinados, acompañados de aderezos mínimos que potencian sus cualidades. Aunque hay variantes, la versión más conocida implica cocinar los calamares a la plancha o parrilla, con fuego fuerte para mantenerlos tiernos, y sazonarlos con aceite de oliva virgen extra, pimentón (dulce o picante), ajo, sal gruesa y perejil fresco.
En algunas zonas, se sirve sobre una base de patatas cocidas, conocidas como cachelos.
La preparación consiste en limpiar bien los calamares, cocinarlos brevemente en una plancha caliente, añadir si se desea un chorrito de vino blanco para desglasar, y finalmente sazonar. El resultado es un plato sabroso y muy representativo de la cocina atlántica.
Los calamares son muy valorados en la gastronomía española por su versatilidad. Su carne blanca y tierna es rica en proteínas, baja en grasas y contiene vitaminas del grupo B, así como minerales como el fósforo y el selenio.
Los calamares a la gallega es un plato regional modesto pero con un gran sabor. Es una receta que ha perdurado a lo largo del tiempo por su sencillez y constituyen una de las preparaciones más representativas de la cocina tradicional de Galicia.
Este plato, presente tanto en celebraciones populares como en mesas familiares, comparte elementos comunes con otras recetas emblemáticas como el pulpo a la gallega, utilizando condimentos similares como el pimentón, el aceite de oliva y la sal gruesa.
En definitiva, los calamares a la gallega no solo representan una tradición culinaria profundamente arraigada en Galicia, sino también una alternativa accesible y nutritiva que puede disfrutarse en cualquier momento del año.
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