El consumo frecuente de un fármaco común que actúa sobre el sistema nervioso y trata una serie de dolencias puede provocar un envejecimiento más rápido en los adultos mayores, según un nuevo estudio.
El estudio, publicado en JAMA Open Network, concluye que una elevada exposición a los fármacos anticolinérgicos utilizados para tratar la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, las enfermedades de la vejiga y el párkinson se asocia a un declive más rápido del rendimiento físico en la vejez.
Los fármacos anticolinérgicos bloquean la acción de la molécula de señalización nerviosa acetilcolina, que desempeña un papel clave en el funcionamiento del sistema nervioso. Al inhibir la acetilcolina, estos fármacos afectan a varias funciones corporales clave controladas por el sistema nervioso. Sus efectos adversos sedantes y cognitivos, sin embargo, pueden revertirse con la interrupción.
Según los investigadores, no está del todo claro si su uso prolongado está relacionado con una reducción sostenida de la función física.
Estudios anteriores indican que el consumo regular de anticolinérgicos puede tener un efecto constante a lo largo del tiempo, lo que significa que toda exposición pasada puede mostrar el mismo efecto sobre el riesgo actual de deterioro físico.
El último estudio evalúa los efectos de la exposición acumulada a los fármacos durante una década, teniendo en cuenta factores variables como la intensidad, la duración y el momento de la ingesta anterior.
Los investigadores controlaron los cambios en la velocidad de la marcha y la fuerza de agarre de más de 4.000 adultos mayores a lo largo del tiempo y los compararon con su exposición a medicamentos anticolinérgicos a partir de los datos recogidos entre febrero de 1994 y marzo de 2020. Mientras que la fuerza de prensión no pareció verse afectada, una mayor exposición a los anticolinérgicos se relacionó con una mayor disminución de la velocidad de la marcha.
“Una mayor exposición a anticolinérgicos se asoció con un declive acelerado del rendimiento físico”, escribieron los científicos.
“La pérdida acumulativa de rendimiento a lo largo del tiempo puede llegar a ser clínicamente significativa”, añadieron.
Estos resultados son significativos, ya que la fragilidad y los cambios en el equilibrio y el caminar están cada vez más relacionados con múltiples medidas de mala salud, como la discapacidad y la mortalidad.
Los investigadores abogan por reducir al mínimo la prescripción de medicamentos anticolinérgicos para promover un envejecimiento saludable.
“Aportamos hallazgos novedosos al considerar la exposición anticolinérgica variable en el tiempo y examinar la tasa de cambio anual del rendimiento físico”, escribieron en el estudio. “Los anticolinérgicos se asocian a numerosos resultados adversos en los adultos mayores. Por lo tanto, es esencial que los médicos eviten su uso siempre que sea posible, prescriban la dosis efectiva más baja y reevalúen periódicamente a los pacientes para identificar oportunidades de desprescripción con el fin de minimizar los daños potenciales”, concluyeron.
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