El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Ceuta atraviesa una situación crítica de sobresaturación, con cerca de 700 personas acogidas en unas instalaciones cuya capacidad oficial está muy por debajo de esa cifra, según ha informado Ceuta Ahora. Las constantes llegadas registradas durante los meses de junio y julio —cerca de 290 ingresos— han elevado de forma sostenida la población residente, a pesar de las 191 salidas tramitadas a lo largo del año.
El flujo de nuevos inmigrantes no se detiene: no hay jornada sin que se registre al menos una nueva entrada, lo que ha hecho saltar las alarmas entre los trabajadores del centro y las organizaciones implicadas en su gestión. La presión creciente se deja sentir en todos los niveles, desde la atención sanitaria hasta el reparto de recursos básicos.
Según los datos de Ceuta Ahora, la mayoría de los residentes actuales provienen del Magreb: 215 son marroquíes y 186 argelinos, seguidos por 115 ciudadanos sudaneses y 92 procedentes de Guinea Conakri. También hay presencia, aunque en menor número, de inmigrantes originarios de Burkina Faso, Chad, Gambia, Nigeria, Senegal, Mali y Benín. En las últimas semanas se ha detectado además la llegada de personas procedentes de Siria, Egipto y Palestina, lo que podría estar indicando el establecimiento de una nueva ruta migratoria desde Oriente Medio hacia Europa a través de Marruecos.
Las tensiones dentro del CETI han ido en aumento en los últimos meses, debido principalmente al hacinamiento y a la diversidad de perfiles y procedencias. En particular, se están produciendo situaciones de alta tensión entre grupos magrebíes, lo que ha llevado a muchos residentes a buscar refugio fuera del perímetro del centro. Esta situación, más allá de los problemas de convivencia, plantea un problema de seguridad, que ya preocupa a las autoridades locales y a los servicios de emergencia.
Por otra parte, los trabajadores del CETI y las organizaciones colaboradoras vienen denunciando desde hace tiempo la falta de medidas efectivas para descongestionar el centro, así como una gestión ineficiente de los traslados a la península. Las cifras oficiales reflejan que el número de salidas es claramente insuficiente para contrarrestar el ritmo de nuevas llegadas.
Un joven residente del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Ceuta fue detenido el pasado día 27 como presunto autor de una agresión sexual a una enfermera que se encontraba trabajando en el centro. El individuo permanece arrestado y está previsto que pase mañana a disposición judicial.
Los hechos ocurrieron alrededor de la medianoche, cuando la sanitaria se encontraba desarrollando su labor habitual. La profesional se disponía a administrar una inyección al residente cuando, tras pedirle que se colocara de espaldas, el joven se dio la vuelta repentinamente y se bajó los pantalones, dejando ver sus partes íntimas, informa EP.
De acuerdo con el relato de la víctima, que han trasladado fuentes policiales, el individuo también la sujetó del brazo con fuerza, lo que motivó a la enfermera a pedir ayuda. La intervención de otros trabajadores del centro y el aviso inmediato a la Policía Nacional activaron una rápida respuesta de las autoridades.
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