Todo el mundo se encuentra alerta tras la noticia de la NASA de que hay un meteorito dirigiéndose a la Tierra con un riesgo de impacto que varía a diario y que no se conoce a ciencia cierta. El espacio es una incógnita en su mayoría, y cada día miles de especialistas se dedican a tratar de descubrir los misterios y peligros que nos rodean.
Los avances tecnológicos permiten a los trabajadores de las agencias espaciales conocer los secretos que oculta el cosmos, uno de ellos es el telescopio espacial James Webb de la NASA, el protagonista indudable de un nuevo descubrimiento que tiene en vilo a los expertos por sus curiosas características.
Este hallazgo ha demostrado la existencia de un exoplaneta, bautizado como GJ 1214 b, que se encuentra a una distancia de 48 años luz de la Tierra. La nueva masa encontrada ha recibido la denominación de 'subneptuno', que se otorga a aquellos planetas que son más grandes que el nuestro pero más pequeños que Neptuno y que son comparables debido a su composición rocosa o gaseosa.
Imagen de un nuevo planeta | NASA
Los expertos han tardado más de diez años en estudiar la composición de este planeta que orbita en una estrella de tipo M, muy común y mucho más roja y fría que el Sol. El misterio de este exoplaneta viene dado por su complejidad de detección y comprensión ya que está completamente cubierto por una espesa capa de nubes que dificulta el trabajo de los trabajadores de la NASA.
Uno de los elementos que más ha llamado la atención de la comunidad científica son los materiales que componen el planeta, muy poco comunes en nuestro sistema solar. Se cree que está compuesto de agua y metano, lo que sugiere un origen acuático, pero todavía es necesario realizar más investigaciones para conocer realmente las incógnitas que esconde este nuevo hallazgo.
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