Recientes investigaciones han puesto en entredicho la seguridad del paracetamol, especialmente en personas mayores de 65 años. Un estudio liderado por la Universidad de Nottingham, publicado en Arthritis Care and Research, analizó los historiales médicos de más de 180.000 pacientes que recibieron prescripciones repetidas de paracetamol, comparándolos con casi 400.000 individuos que no lo consumieron regularmente.
Los hallazgos revelaron un incremento significativo en el riesgo de diversas complicaciones de salud entre los consumidores habituales de este analgésico.
Los resultados del estudio indican que el uso prolongado de paracetamol se asocia con un aumento del 24% en la incidencia de sangrado por úlcera péptica y un 36% en sangrado gastrointestinal inferior. Además, se observó un incremento del 9% en la probabilidad de insuficiencia cardíaca y una mayor prevalencia de enfermedad renal crónica en comparación con quienes no utilizaban el medicamento de forma habitual.
Por otro lado, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) ha identificado un nuevo efecto secundario del paracetamol: la acidosis metabólica con brecha aniónica expandida (HAGMA). Esta condición, que puede surgir tras el uso prolongado o sobredosis del fármaco, se caracteriza por síntomas como dificultad respiratoria, somnolencia, náuseas y vómitos. La HAGMA puede derivar en complicaciones graves, incluyendo disfunción renal y sepsis. Ante la sospecha de esta afección, la EMA recomienda suspender inmediatamente el paracetamol y realizar un seguimiento médico exhaustivo del paciente.
Es fundamental que los pacientes, especialmente aquellos en grupos de riesgo, consulten con profesionales de la salud antes de iniciar o continuar el uso de paracetamol, asegurándose de que su consumo sea seguro y adecuado a sus condiciones particulares.

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