Si hay un destino que es imposible describirlo en pocas palabras, ese es Egipto. A tan solo 4 horas de avión de España, el país de los faraones es, sin duda, uno de los lugares que más impacta entre los viajeros del mundo. Adentrarse en las caóticas calles de El Cairo, disfrutar de la tranquila y desconocida Alejandría o recorrer el majestuoso Nilo en busca de impresionantes templos que han sido testigo de miles de años de civilización son parte de una experiencia inolvidable que hay que regalarse al menos una vez en la vida. Y con este objetivo nos trasladamos hasta Asuán, una ciudad de paisajes espectaculares, maravillas arqueológicas y contrastes donde el tiempo pasa al ritmo pausado de la cultura nubia.
La mejor época para visitar Asuán, la perla del Nilo
Debido a las altas temperaturas, lo más recomendable es planear el viaje de octubre a mayo. Pero si tus obligaciones no te lo permiten y prefieres los meses de verano, te recomendamos que te des el madrugón y organices las visitas a primera hora de la mañana para evitar el asfixiante calor.
Un paseo por la Corniche
Adentrarte en sus calles y perderse por los pintorescos callejones del casco antiguo, repletos de cafés, tiendas y niños jugando en la calle, es la mejor manera de tomarle el pulso a Asuán. Pero una de las imágenes más bellas la tendrás al caer la tarde cuando puedas disfrutar de un relajado paseo a lo largo de la Corniche admirando desde su orilla la grandiosidad del Nilo salpicado de falucas.
El mercado de Sharia al-Zoq
No hay viaje a un país de cultura árabe que no pase por transitar durante unas horas por su zoco. Situado en el centro de la ciudad, el mercado de Sharia al-Zoq es un auténtico paraíso para las compras y uno de los mejores lugares para empaparte de la cultura local. Entre puestos repletos de especias, perfumes, galebeyas tradicionales (túnicas largas), platería y bordados nubios te sumergirás en un arcoíris de colores y aromas.
El templo de Filae, la diosa del amor
Durante los años 70, con la construcción de la presa de Asuán, este templo fue trasladado piedra a piedra desde la isla de Philae hasta la pequeña isla de Agilkia, cerca de Asuán. Uno de los mejores momentos para disfrutar de esta maravilla arquitectónica que se levantó en honor de la diosa Isis es al amanecer, cuando hay menos aglomeración de turistas, pero si vas al atardecer tendrás la ocasión de disfrutar de un bonito espectáculo de luz y sonido.
El templo de Kom Ombo
A unos 50 kilómetros al norte de Asuán se encuentra uno de los templos más impactantes de la ciudad que se creó con arquitectura simétrica bajo la dinastía ptolemaica. Construido por Ramsés II entre 1350 y 180 a.C. es el único santuario de Egipto que está dedicado a dos dioses distintos: Sobek (con cabeza de cocodrilo y cuerpo humano) y a Horus (representado con cabeza de halcón). También cuenta con museo dedicado a las momias de cocodrilos.
La Isla Elefantina
La isla más grande del Nilo se encuentra cerca de Asuán, y a pesar de que cuenta con grandes hoteles no ha perdido su carácter encantador, gracias a sus pueblos tradicionales nubios, como los de Koti y Siou, con las fachadas de sus casas pintadas en vivos colores. En la isla también se encuentran las ruinas de los templos de Satet y Khnum.
Gharb Soheil, una inmersión en la cultura nubia
Es el pueblo nubio más turístico y casi una visita obligada. Situado a pocos kilómetros al sur de Asuán, hay visitas organizadas, pero también podéis contratar una faluca (tras unos minutos de regateo) y visitar el poblado a vuestro aire. Una vez en Gharb Soheil, el mejor plan es callejear por el pueblo, donde seguro algún vecino os invitará a entrar en su casa y os hablará de sus tradiciones. Además de no parar de fotografiar las coloridas fachadas que dan fama a este lugar, podréis descubrir su rica artesanía y degustar la gastronomía tradicional.
El Monasterio de San Simeón
Este monasterio en ruinas que está ubicado en medio de un entorno desértico es uno de los monumentos más importantes de la era cristiana construidos en Egipto. Del siglo VII, cuenta con muros de adobe y una estructura fortificada. En el interior se pueden visitar las antiguas celdas de los monjes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario