
El turismo en España durante el verano se suele resumir en playa. Es decir, son cientos de personas los que buscan un destino en las costas de nuestro país para pasar sus vacaciones. Un oasis donde despejarse de la rutina y poder refrescarse. Sin embargo, no son los únicos remansos de paz que encontramos en el territorio. Las piscinas naturales se han convertido en un refugio ideal para los que quieren escapar del calor teniendo un contacto directo con la naturaleza. La gran mayoría de ellas nacen gracias a río, manantiales o el propio mar, ofreciendo agua fresca y unos paisajes únicos lejos del alboroto de las playas masificadas.
Es en el norte del país donde se encuentran algunos de estos enclaves. Galicia es una de las zonas en las que te pueden perder disfrutando de una buena cantidad de piscinas naturales. Y es que precisamente en esta comunidad en la que está situada una que es prácticamente secreta para algunas personas: las pozas del río Pedras. Situadas en el municipio de A Pobra do Caramiñal (A Coruña), se trata de un lugar que mezcla de forma perfecta las aguas tranquilas con un paisaje verde encantador ideal para disfrutar del verano.
Las pozas del río Pedras
En este rincón entre A Coruña y Santiago de Compostela, el río Pedras ha conseguido esculpir con el paso de los años diferentes pozas, con saltos de agua y pequeñas cascadas que le dan un aspecto de parque acuático natural. Estas piscinas son un oasis para disfrutar refrescándose en aguas cristalinas y de fácil acceso a pesar de estar rodeadas de piedras.

Sobre este lugar se han contado todo tipo de leyendas. Quizás una de las más conocidas es la del Pozo Negro. La historia dice que bajo las aguas de estas pozas habitaban los brujos y monstruos más poderosos. Por otro lado, está el relato de As lavandeiras da aldea Vella, que narra la historia de mujeres que se quedaron atrapadas en el Alén después de morir en el parto.
Qué ver en A Pobra do Caramiñal
Esta localidad está considerada como una de las más bonitas de Galicia. Después de un baño en las pozas, se pueden visitar algunos lugares de gran encanto como, por ejemplo, la iglesia de Santiago do Dean. Destaca por tener una mezcla de estilos: plateresco, gótico marinero, renacentista, barroco y neoclásico.

Otra de las visitas obligatorias es el Pazo Torre de Bermúdez, que está considerada como Monumento Histórico Artístico de Interés Nacional y Bien de Interés Cultural. Es aquí donde se alberga el Museo de Valle-Inclán, un edificio del siglo XVI en el que en el exterior se pueden ver algunas figuras ornamentales como, por ejemplo, gárgolas.
Una vuelta por el paseo marítimo para ver la iglesia de Santa María do Xobre o disfrutar de un atardecer en la playa de O Areal, son otros de los planes que se pueden hacer en este precioso pueblo gallego.
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